microrrelato:barco

La enorme ola tapó por completo el pequeño barco donde navegaba padre e hijo. La tormenta era demasiado fuerte y no había forma de escapar. Javier sabía que ahogarse era una forma horrible de morir, su querido hijo no tendría que sufrir ese final.

Tomó el rifle y apuntó a la cabeza del niño. El disparo se mezcló con el ruido de las olas y los truenos. Luego apuntó a su propia boca pero la bala no sali’o. Otra ola contra el barco y el remo golpeó a Javier que cayó al agua inconsciente.

Abrió los ojos. Estaba en el hospital. Había sobrevivido. Javier y el cadáver de su hijo había aparecido en la costa. La policía no creyó su relato y terminó preso. En el pueblo todos conocen esta historia A veces hay cosas peores que morir ahogado, como vivir sabiendo que mataste a tu hijo.