―Encontramos esta caja entre las redes― Dijo el marinero.
El capitán observó la caja, recorrió con sus dedos los intricados dibujos y reconoció el grabado que se encontraba en su tapa.
―Tiren eso. Ahora mismo!― Gritó. Sus ojos estaban desorbitados, salió corriendo y se encerró en su camarote.
Los marineros empezaron a discutir si la tiraban o la abrían, ya que podría contener algo valioso. Años más tarde el barco fue encontrado encallado en las costas de una isla. Todos los marineros habían muerto horriblemente mutilados y el capitán se había ahorcado en su camarote. En su escritorio encontraron una nota que decía: ¨Otra vez soñé con la caja, hoy la encontramos, ordené que la tiren pero conozco lo que sucederá. No tenemos escapatoria…¨
En la cubierta encontraron algo más: la caja…abierta.
Este microrrelato participa del concurso organizado por La maldición del escritor