La nave era gigante. De ella bajaron muchos seres grises.
Algunos de nosotros se acercaron pero algo invisible los atravesó y murieron al instante.Los demás intentamos huir pero fuimos esclavizados y nuestras ciudades destruidas.
Luego aprendimos que los seres grises eran personas con armaduras de metal en todo su cuerpo que mataban utilizando armas más poderosas que el arco y la flecha.
Este microrrelato participa del concurso organizado por La maldición del escritor